jueves, 25 de agosto de 2011

¡Ahora comienzo!


Bien. Antes de comenzar, conviene que me presente. Primero, no, no me gusta correr: me apasiona. Y segundo, no soy seminarista. Lo seré a partir del próximo 17 de septiembre. Sí, soy vocación tardía -matizo, no tardía, sino vaga, porque la vocación llevaba ya algunos años rondando-, y creo que hasta el próximo 8 de Diciembre realmente no seré un auténtico seminarista. Ese día -si no han cambiado las rutinas- será cuando yo "pase" por el rito de admisión.
Leía hace poco una cita del P. José Rivera que decía que "el Espíritu Santo actua en zig zag". Las cosas cambian de una forma que no nos podemos esperar, y llegamos muchas veces a un estado que no es el que imaginábamos. Ése es mi caso. El chico que hace 12 años odiaba practicar cualquier deporte -por sus condiciones físicas, por su sobrepeso, y por su adoración al dios Matutano- es ahora uno que no le importa levantarse a las 5 de la mañana para correr 20 o 23 Kilómetros. En cualquier caso, estas metas son recientes: hasta hace poco lo máximo que hacía eran 12 Kilómetros, y en ocasiones extraordinarias, pero de eso ya hablaré en otro momento.
En cualquier caso, debo darle muchas gracias a Dios como ha hecho ese zig zag en mi vida: poco a poco, pasito a pasito, ha puesto un proyecto de orden en mi vida (de prioridades, de objetivos, de aptitudes, y de amistades), que me costará sudor y lágrimas conseguirlo pero -como decía Santa Teresa- "quien a Dios tiene, nada le falta". Y eso me tranquiliza, porque sé que de la misma forma que Él me ha acompañado hasta ahora, lo seguirá haciendo continuamente, si no le doy la espalda -y aunque se la dé, Él no dejará de estar a mi lado-, guiándome y adoctrinándome.
Mis objetivos más próximos son dos: el primero, entrar y sentirme bien adaptado en el seminario diocesano: sé que me va a costar mucho cambiar mi ritmo de vida, mis formas de trabajo y mi horario; el segundo, prepararme para participar por primer vez en una marathon. He corrido carreras populares, pero no es lo mismo, y me hace mucha ilusión poder hacerlo.
Mañana me espera solo 40 minutos a trote -es poca cosa-, pero el domingo pinta a que haga una ruta más larga. Aunque, como digo en el título, ¡esto sólo es el comienzo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario