martes, 19 de junio de 2012

Mi retorno a Brideshead

Bueno. No. No retorno a Brideshead. Vuelvo al Seminario después de cuatro días de semi-vacaciones. Pero casi lo mismo. El estress acumulado por los exámenes, el agotamiento mental y las continuos dolores de cabeza al estilo Ned Flanders (ay, mi jaquequita) exigían que hiciese un break.
Estos días han sido un no parar. Reencuentros con buenos y viejos amigos, comidas familiares, un poco de playa, ningún conflicto homicida demostrable, oración constante, y mucho deporte. He corrido por Huelín como ya hice en Semana Santa y en Navidades, pero alargando un poco más las distancias: como hacía el verano pasado. Hacía tiempo que no llegaba al Malaga Nostrum.
Y vuelvo al Seminario con los intereses renovados, muchos proyectos en mente, aunque con algunas cosas en el tintero. Pero no he dejado de visitar a las Hermanitas de los Pobres, disfrutar de alguna cerveza con los colegas, visitar mi antiguo puesto de trabajo, y de pasar algo de rato con mis sobrinos.
Como la Parábola del Sembrador. Son esas cosas que el Señor siembra en mi, y que cuida, y que mima, y que dan sus frutos. "La tierra va produciendo la cosecha ella sola": En mi, y en los demás. Un verdadero regalo de Dios.